Elecciones 2025 en Ecuador
Elecciones 2025 en Ecuador
Este año tuvimos elecciones legislativas y tuve el honor de representar al Movimiento RETO para ser candidato a la Asamblea Nacional por el distrito #3 en el sector de las parroquias rurales de Quito.
Esta oportunidad fue algo que había esperado toda mi vida. El simple hecho de haber sido candidato ya era un honor para mí y mis ancestros porque ninguno de ellos había tenido el privilegio de ser propuesto como candidato para ocupar un cargo de elección popular.
Luego de ser abogado, tener una maestría en RRII en Estados Unidos, haber trabajado en el equipo creador del parque Samanes, ser Vicecónsul del Ecuador en New Jersey por 5 años y tener un vasto recorrido por todo el sector público algunas personas, inclusive yo mismo, pensábamos que perfiles como el mío podrían aportar mucho al país en estos momentos de ausencia de liderazgo y formación.
Así nació la candidatura. La idea era ser principal y no alterno, pero fue complejo armar la lista en Pichincha y al final tuve que ocupar el lugar donde me exigía el proceso.
El resultado reafirma algo que venía sosteniendo como una hipótesis hace algún tiempo y era la idea de que muestro sistema político había llegado a su fin. Es una costumbre nacional que los ecuatorianos nunca hagamos reflexiones sobre lo que pasa en el país y menos de nuestro sistema electoral de partidos.
Es complejo entender por qué, si la gran mayoría de ecuatorianos estaban cansados de la política, de los políticos, de sus prácticas y de los partidos políticos en general, terminaron votando por los mismos de siempre. Hay muchas lecturas, pero sin duda una de ellas fue la polarización, las campañas millonarias en redes sociales, pocos recursos de los nuevos movimientos y una apatía generalizada sobre el destino del país.
En el caso de los candidatos del partido ADN, quienes arrasaron, en su mayoría, eran los ex ministros del expresidente Lasso, si, del presidente que no terminó su mandato y que fue el primer presidente de la historia del país en ser llamado a juicio político. De sus funcionarios y ahora candidatos de ADN nadie recuerda sus propuestas, sus ideas sobre lo público, sus perfiles, ni como solucionarán los grandes problemas del país. Algunos de ellos inclusive con muchos cuestionamientos por sus desempeño.
Es ese escenario muy desigual había que competir, con alguien que tenía todo el aparataje estatal y todo el dinero del mundo para poder hacer 300.000 cartones con su imagen en una semana simplemente porque son los dueños de la cartonera nacional. Era una lucha ente David y Goliat y asumimos el RETO con valentía. Por otro lado, estaba la Revolución Ciudadana (RC) que también es una maquinaria electoral consolidada a nivel nacional y en medio de ambos, como un sanduche, estaban los movimientos pequeños como RETO. A pesar de tener una alianza con la RC en Pichincha nos tocó disputar votos con nuestros propios aliados.
Esto ocasionó que, a pesar de todo el hastío y la desesperanza que tenía la ciudadanía sobre los políticos, terminaran eligiendo lo mismo de lo que se quejaban. El resultado fue que 12 candidatos presidenciales sacaron menos del 1% de la votación y que solo 2 candidatos tuvieron la mayoría de los votos. Está claro que los partidos tradicionales como la ID, el PSC, PSE y muchos otros deberían desaparecer o reconfigurar sus estructuras porque este sistema llegó a su tope.
Esta realidad responde a un sistema electoral absurdo. Nuestro sistema de partidos nos obliga a votar en plancha por los peores perfiles, pero como son elegidos por un partido grande llegan sin ningún tipo de esfuerzo a la Asamblea y luego nos preguntamos por qué tenemos una Asamblea llena de gente mediocre. Es como si tuvieras que elegir un menú de comida pésimo pero por 4 años.
Adicionalmente, se le dan recursos públicos de los ecuatorianos a todos los partidos políticos y estos no tienen procesos serios de primarias, no forman a sus fututos líderes y simplemente funcionan como locales comerciales donde llega cualquier aparecido con dinero y alquila un partido político para ver si le juega el número y gana algo en el siguiente proceso electoral.
Esta elección no fue la diferencia, no había espacio para nuevos lideres ni para nuevas propuestas, esta primera vuelta solo tuvo espacio para el odio, la polarización y el insulto. Al parecer a los ecuatorianos en el último año les ha ido tan bien que decidieron votar por candidatos para que todo siga igual y no dieron cabida a propuestas nuevas y rostros nuevos como los que el movimiento RETO le presentó al país. Luego de las elecciones, con tranquilidad y cabeza fría se puede decir con claridad que, nosotros éramos la diferencia, éramos los outsiders, los disruptivos con un proyecto de país, los mejor preparados para dirigir los destinos del Ecuador en estos momentos en que el país se desmorona, pero en esta ocasión no tuvimos el favor de nuestro pueblo y como demócratas hay que aceptarlo. No supimos interpretar el sentir de la gente y eso nos dejó fuera del escenario político.
Tengo que agradecer públicamente a todos los que hicieron minga por nuestras candidaturas, acompañándonos a los recorridos, compartiendo el contenido, haciendo grabaciones, fotos, dándome ideas, camisetas, incluso ayudándome en las publicaciones que hacíamos. En mi caso, con mi pelea con la tecnología, me tocó crear una cuenta de Tik Tok para subir el contenido definido, hacer mis guiones discursivos, manejar mis propias redes sociales, crear este blog, crear un formato para un podcast (que quedó pendiente) escribir estos artículos y presentar mi perfil y mis propuestas mientras patinaba y esto solo podía ser posible con alguien que patinará igual que yo.
Gracias infinitas a todos los que apostaron por lo nuevo, por gente nueva y por creer que éramos los mejores perfiles para el país en estos momentos. Gracias a mi mami, uno de mis soportes más importantes estos meses. Gracias a mis compañeros del Movimiento RETO a nivel nacional porque lucharon como se debe, dando la cara sin quejarse y hasta el final. Gracias a las 3.400 personas, de las parroquias rurales de Quito, que creyeron en nosotros. Gracias a los jóvenes, montubios, afros, indígenas y mestizos que me escribieron y creyeron en mí y me demostraron su apoyo, cada mensaje de ustedes lo tengo en lugar muy especial de mi corazón. No encuentro palabras para tanto cariño, cada palabra de aliento recibida fue como un puñado de coraje para no rendirme en una batalla tan adversa. Para mi, reafirma mi compromiso con la gente y les confieso que mi corazón es de ustedes.
Por supuesto, este no es el fin, este es el comienzo de una nueva etapa maravillosa llena de gratitud por lo vivido, la cual abrirá nuevos caminos inesperados. En esta ocasión primaron la ausencia de propuestas serias y los malos bailes en una tarima.

Configuración de la nueva Asamblea Nacional legislativa en Ecuador, 2025.
Este es el nuevo escenario legislativo en un país altamente polarizado donde la votación en la Asamblea ha reflejado la polarización que se vive a nivel nacional.